Frecuentemente nos encontramos en la consulta pacientes con casos de sobrepeso. Y no resulta sencillo hacerle entender a nuestros clientes que su mascota esta obesa porque generalmente no le sienta bien, pero nuestra responsabilidad como veterinario clínico es mirar por su cuidado de la mejor manera. Por consiguiente tenemos que hacer entender que la obesidad no es solo un exceso de grasa si no que es una enfermedad que puede comprometer la salud de nuestros pacientes ya que la grasa produce sustancias inflamatorias que hacen mucho daño al organismo, aunque el propietario no lo ve o más bien no le gusta aceptarlo.

Según estudios de veterinaria clínica, se ha determinado que la obesidad disminuye la calidad y esperanza de vida hasta dos años y medio porque produce varias enfermedades vitales. Las causas más conocidas de dicha enfermedad son: factores genéticos, raza, sexo, otras enfermedades y efectos secundarios de tratamientos farmacológicos de otras patologías. También la produce una afección en la glándula tiroides por un déficit en la producción de hormonas, afección en las gandulas adrenales por un exceso en la producción de hormonas, tratamiento a base de cortisona y de anticonvulsivantes.


Otra causa importante es el vínculo afectivo entre el animal de compañía y el dueño. Se puede llegar a querer tanto a estos animalitos que muchas veces se pierde la razón y caemos en costumbres poco convenientes para la salud del animal. Por ejemplo con la comida:
-Darle más cantidad de la debida
-Comidas no pertinente entre horas
-Alimentar con restos de comida de la persona aparte de su alimentación
-Más premios de los necesarios. Tantos que al final pierden el sentido del «premio».
-Dejarle comida puesta las 24 horas
-Tener más en cuenta si están esterilizados y/o castrados
La actividad física también es un factor muy importante para cuidar el peso del animal. Hacer ejercicio o actividades que impliquen movimientos dinámicos junto con tu mascota, mejorarán la salud de ambos de manera considerable.

EFECTOS NEGATIVOS La obesidad produce sobrecargas articulares, afecciones cardiacas y osteoartritis entre otras.

QUÉ HACER
Lo primero es llevar la mascota al veterinario, escuchar y hacer caso a sus consejos y recomendaciones. Cambiar la dieta a un pienso bajo en calorías y alto en fibras. Hacer más ejercicio. No le darle otra comida que no sea su pienso, añadiendo a esto los premios. Darle su comida solo por las noches salvo si es un perro de raza grande que es mejor dividir la misma cantidad en dos veces para evitar la dilatación de estómago.

La comida que sobra tirarla al cubo de la basura y cerrarlo bien. Dar paseos más largos y más frecuentes. Jugar más, sobre todo con los gatos. Entender que es mejor que la mascota pierda peso paulatinamente, poco a poco, no muy rápido. Llevarlo a pesar regularmente. Una vez conseguido el peso ideal no descuidar las pautas alimentarias ya que es mucho más fácil volver a ganar peso la segunda vez.